viernes, 20 de febrero de 2015

Mis compañeras de trabajo

El área del súper en el que trabajo, se llama Deli, que sería básicamente traducido al español la fiambrería
Ahí, a diferencia de otros trabajos que conocí de J1, todos hacemos de todo, las tareas varían según el horario pero dentro de todo, todos nos encargamos de mantener al Deli andando, atendiendo clientes, limpiando, cocinando, haciendo las comidas "to take", haciendo ensaladas -bueno lo que acá se llaman ensaladas, que incluyen fideos, kilos y kilos de mayonesa, y capaz si tenes suerte encontras unas tiritas de zanahoria, algún que otro tomate, y el infaltable ingrediente para la ensalada americana el pollo, a todo todo TODO le ponen pollo; difícil pensar en todo eso como ensalada, pero capaz la definición que yo tengo de ensalada no es la correcta. 
Bueno la cuestión no es esa, cuando comenzamos a trabajar con mi amiga en diciembre, nos recibió Dan, un hombre alto con demasiada amabilidad como para dedicarse a los negocios y ser el gerente del súper. Hace unos días, ahh... Para las ventas de san Valentín, le toco a el hacer los anuncios de unas frutillas decoradas que estaban vendiendo, literalmente le pedía permiso a los clientes y perdón por molestarle en sus compras, y les pedía que AUNQUE SEA, pasarán a ver lo lindas que eran esas frutillas. Era muy gracioso escucharlo por el alta voz, ese señor debe ser muy bueno en los números y administrando, pero las ventas definitivamente no son lo suyo, creo que por eso me cae bien. 
Dan, ese día que llegamos muertas de frío y con los pies mojados por la nieve (ahora que recuerdo, también nuestro primer día en hacer dedo para no llegar tarde), nos recibió demasiado amablemente y su trato siempre continuo así, nos presento a nuestro grupo de trabajo. (Si, justo hace dos días tuvimos la charla de no hablar mal del súper y bla bla bla, se nota no?)
Ese grupo incluía a la manager que es una filipina demasiado graciosa y peculiar, dos mexicanas que se encargaron de hacernos los días más fáciles y llevaderos, dios... como me hicieron y todavía me hacen reír; un americano, adicto a las apuestas, que para describirlo hay que entrar en demasiados detalles, demasiados, pero que ese primer día se presentó como una persona que nos iba a ayudar, y de hecho lo hizo, pero que, aunque conmigo nunca lo tuvo, tiene un carácter de mierda; y una americana de 20 años que se había mudado hace un par de meses con su novio desde otro estado para vivir juntos y trabajar. 
Una semana después se incorporaría otra mexicana que tenía fama de ser demasiado estricta, y yo me la imaginaba como una vieja gorda curtida de tanto trabajar y resulto ser que a penas tenía 30 años pero muchos años trabajando en el lugar. 
Todos, todos tenían y tienen sus historias, que hicieron de cada día de trabajo algo distinto e interesante. 

Con mi jefa, la filipina, que ella misma se describe como un mono, chiquitita y ágil, muy rápida para trabajar, no tanto para limpiar los desastres que hace, me llevo unas semanas crear un buen vínculo, pero creo que nuestras primeras conversaciones fueron yo contándole sobre mi mamá y que ella es médica, y su respuesta, a casi todas las siguientes conversaciones que tuvimos fueron "is she Rich?" "Is he Rich?". Obviamente yo no encontré todavía la manera de explicarle que Argentina, al ser ese país tan peculiar que es, no necesariamente hace que los médicos sean ricos. 
Con el tiempo, la fui conociendo mejor, y es imposible no agarrarle cariño, con sus quejas diarias de un dolor de estómago del que nunca, nunca se va a hacer ver. Con ese amor y orgullo que tiene por sus dos hijos, y el marido rico de su hija, y la novia de Francia de su hijo. 

Bueno, lo que estoy contando acá, son historias que fui conociendo y encontrándome, y que aunque me encanta saberlas y contarlas, no son mías, y debería y tratare de hacerlo con el mayor cuidado. Quiero coleccionar historias, pero tengo que recordar siempre que no siempre van a ser bienvenidas de ser contadas. 

El que tenga el placer de conocer mexicanos, supongo que podrá entender sin demasiadas palabras como es compartir el trabajo con ellos, la onda que le ponen... supongo que yo podría describirla como su estilo musical "corrido", puede ser que la letra de sus canciones sean en exceso tristes y fuertes pero el ritmo, el ritmo hace que te olvides de lo malo, hace que parezca felicidad, ese ritmo contagia felicidad. 
Las dos mexicanas, que obviamente voy a presentarlas por separado pero que ambas pueden ser descriptas en esta pequeña introducción, hicieron de mis días en el Deli, geniales.

Empiezo por la Moni, de Ramona no de Mónica, así ella misma se nos presento. Moni es una mama de familia, una señora que ni de primera impresión aparenta a seria, las veces que me hizo sonrojar con sus chistes,  y dimes y diretes. Que se vino a trabajar, hace no tantos años o quizás si, depende de como los cuente, yo no estoy segura de si son mas de 16 o menos, solo se que se vino de "loca", como ella misma se describe, o de "valiente" como la describió un amigo en común. Quizá un poquito de los dos. 

Me doy cuenta de que la primera de las cualidades que describo en todas las mujeres, es la maternidad. Yo tengo mis teorías, que obviamente incluyen que "extraño a mi mama", "extraño tener una mamá", y que obviamente son las más acertadas, porque además, bueno ahora no viene al caso, pero busco constantemente tener conversaciones del tipo, y también busco gente grande con quien hablar,  porque el sentimiento de familia hasta inventado parece que me gusta. Pero esto es algo que si prestan atención (yo no voy a repetir lo obvio) se van a dar cuenta y, de lo que vamos a hablar mas adelante. 

La otra mexicana, casualmente se llama María, en realidad tiene tres nombres pero yo la conocí y además decidí llamarla por María. Ella, yo la presento, o la pienso, como la persona que hizo tan especial y genial mi estadía acá. Agradezco haberla conocido, y creo que no me van a alcanzar ni las palabras ni los actos para demostrárselo. 
Desde un primer momento, bueno lo que a mi me pareció es que era una chica de 25 con la que nos íbamos a hacer amigas, jamás pensé que era también madre de una nena súper adorable, no tan joven como parece. 
Ella me ayudo en todo, todo sin siquiera pedirlo. Me consiguió trabajo en un lugar que termine amando, confío en mi como para recomendarme, me presento a su familia, consiguió contactarme con gente para que me ayudara. Me animo a contactarme con un nuevo amigo. 
Con su historia, la fui conociendo, aprendiendo, no que horrible expresión, la fui queriendo. Ella también vino hace unos años, pero solo vino de vacaciones a visitar a su mamá, y se fue quedando. Siempre habla de un trabajo anterior que tenía en CalNeva, el hotel casino que alguna vez fue de Frank Sinatra, y que yo vivía enfrente y nunca lo supe hasta que le pedí que me deletreara para buscar fotos de lo maravilloso que ella describía el lugar. Ahí ven como nos llevamos por un tiempo el inglés y yo jajajaja. 
Maria, fue la que me presto/regalo para Navidad,una olla eléctrica o como algunos le llaman "arrocera", yo no se como se llama pero que me dio la ilusión de volver a comer arroz antes de aprender a cocinar en microondas (si, después vamos a entrar en esa discusión). Esa olla nunca anduvo, creo que pasamos horas esperando el arroz, mas horas de lo que se habrá esperado al niño Jesus, y probablemente con mas ansias, pero no, el arroz de Navidad nunca llego. 
Con ella es con la que mas horas de trabajo compartí, de hecho en los dos trabajos, trabaje con ella, pero "cerramos juntas" el Deli. 
Yo odio cerrar, bueno eso es lo que digo, porque odio llegar tan tarde a mi casa (tarde igual 8pm, casa igual habitación del motel). Y aunque de todas maneras siempre me levanto temprano, cuando salgo temprano de trabajar no siempre se que hacer, y uno de los planes con mis amigos es ir a lavar ropa jajajajaja. 

La ultima persona que me interesa contar, porque yo sigo con la política si no suma, que no reste, y si resta ¿para qué contar? (por lo menos no ahora), se llama Mikkayla o como se diría en español Micaela. Justo hoy estábamos hablando de su nombre, que tampoco tiene idea de por qué es así o de dónde  es, según ella es Michael en femenino, escrito como a su madre le gusto. ¿Y qué culpa tenemos nosotras de que a nuestras madres les gusten los nombres raros?
De ella siempre me llamo la atención que tan joven hiciera eso, irse de su casa (yo tengo mis teorías pero ninguna con base sólida, sino todas provenientes de mis raíces pueblerinas) para vivir con su novio. 
Además por su contextura y manera de andar, chiquitita y acelerada, me hacia acordar a una de mis amigas, aunque tarde en darme cuenta a quien. Que de todas maneras se que no importa, porque esta amiga, es lo menos detallista del mundo, que no sabe qué color de ojos tengo, y probablemente tampoco sepa que soy rubia (aunque esto se note hasta en mi hablar). 



Esto es un corrido, el primero que escuche, supongo que cuando tenga tiempo y mejor internet, escuchare mas. Curiosamente, el que me cometo de la existencia de este tipo musical no fue un mexicano, pero me creo la intriga de conocerlo, que me lo describió como unas canciones alegres que cuentan historias sobre los mafiosos y narcos de México, y como matan a las personas. Obviamente esto, que al principio me (nos) parecía bizarro, una vez que tuve la oportunidad de escucharlo, cambio mi opinión. 



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