martes, 3 de marzo de 2015

Pretty nice, parte 2

La emoción que me había invadido por esos días, era una pura ilusión y duro poco. Yo soy de las que se rescata siempre, después de unos días. 

Este día si lo recuerdo perfecto. Era un día que descansaba del trabajo, hacían unos días que María me había prestado un celular, así que ya tenía música, esta bien, mucha de esa música era Thalía pero música al fin. 
Entonces decidí irme a caminar, dije camino hasta la siguiente parada y me tomo el bus, le visito a las chicas en el trabajo. Cuando llego la siguiente parada, todavía el bus no parecía acercarse, y seguí caminando, me entretuve caminando y deje pasar el bus. Caminé por una hora hasta que el sol empezó a bajar, ahí fue cuando decidí, bueno lo más razonable es hacer dedo. Pero antes me preguntaba, ¿es necesario ir a donde estoy yendo?. No tenía nada mejor que hacer, y la verdad que estaba bastante aburrida. Pero... ¿Realmente tenía que ir a Tahoe City? Constantemente buscando razones. 

La persona que me levanto, trabajaba en uno de los ski Resort, y me contó que trabajaba de snowmaker. Acá la ignorante ni siquiera sabia que existía eso, me contó que lo mejor de su trabajo era ver el atardecer en la montaña, solo o con amigos. 
También me advirtió que me esperaba un mes de poca nieve pero que en febrero iba a mejorar. Nunca mejoro, pero eso no importa. 

Llegue a Tahoe City, y decidí pasar por la biblioteca y ponerme a leer. Recorrí los distintos estantes, encontré distintos libros que me llamaban la atención, hasta que de repente me encontré con... Bueno, estoy divagando, esta no se supone ser la historia de como me encontré con libros de mi autora favorita. La cuestión es que, había sido un día demasiado productivo, lleno de pequeños detalles que me encantaron. Cuando cerraron la biblioteca, me fui caminando para el súper, ya empezaba a hacer frío. 

Llegando al súper, veo venir a lo lejos a un chico súper alto y flaco, no tarde mucho en reconocerlo. Y el tampoco a mi. Nos fuimos acercando, sonriendo. 
Hey, how are you!? Where are you going? Me too. 
Los dos íbamos al súper. Yo obviamente controlando toda mi emoción, corrí a contarle a Marta, con la que sutilmente seguimos al chico. 
Yo no se que parte de esto fue mutuo, que parte de esto provoque yo, o que tan "destinado" a ser, pero terminamos de comprar juntos, y juntos caminamos despacio hacia la salida.  
Yo disfrute tanto de la situación y de la compañía, supuse que íbamos a volver a tomar el mismo bus, y todavía faltaba como media hora para que llegara. 
Me pregunta que hacia, para donde iba. 
Le respondí, con una mentira piadosa que salvara un poquito mi dignidad, estoy esperando que mi amiga salga de trabajar y me voy a la parada, y vos, le pregunte. 
Yo estoy esperando a que me vengan a buscar, y se acomodo en el murito a esperar. 
Y yo espere con él. ¿Será que le incomodo? Era muy obvio que quería estar donde estaba, que disfrutaba estar esperando con él, mi cuerpo entero era una sonrisa.
Ni buena para mentir, ni buena para disimular. Pero no me importaba. Todo empezaba a mostrarse demasiado perfecto como para no dejarse llevar. 

Le pregunte donde vivía, porque la verdad quede intrigada sobre las otras paradas de mi bus. Me dijo que vivía en una ciudad en el estado de Nevada, entonces yo sorprendida, con toda mi rubies, pregunte ¿y venís hasta acá... al súper?
En realidad él término mi frase y se rió, obviamente no venia al súper desde allá hasta acá, venia a trabajar. 

Me pregunto a mi misma, si siempre me río tanto. Si siempre destello tanta alegría y felicidad cuando hablo con la gente, la verdad no se la respuesta, solo se que en los momentos que compartí con él irradiaba felicidad, de esa que contagia. 

Le conté sobre mi día, le conté que venia de la biblioteca. Si, la mayoría de J1 esquían es su día libre, yo me dedico a leer. Bromee. Le conté que había perdido mi celular y que lo único que extrañaba era mi música. 
Me pregunto qué tipo de música me gustaba, y entonces le empece a contar con toda la pasión del mundo lo que es el rock argentino, y Charly García. 
Creo que fue en ese momento que me pregunto ¿cuál es tu pasión?
Nunca dude tanto con esa respuesta, ¿cual era mi pasión? ¿Tenía una?
Mi respuesta, que siendo honesta siempre se caracterizaron por ser evasivas, fue ¿siempre le preguntas a las chicas que conoces eso?
Responder con una pregunta, una manera sutil de decir "no tengo idea que responder a eso". 

Hoy, me doy cuenta que haber tardado tanto en responderle cual era mi pasión, demostraba lo perdida que estaba hace unos meses. No es que hoy me sienta "encontrada", pero si puedo sentir esa chispa que despierta el seguir una pasión. Disfrutar una pasión. 

Le conté que estaba buscando un segundo trabajo, y me dijo anda a averiguar al restaurant donde yo trabajo, bla bla, bla bla, así podemos trabajar juntos y vernos mas.
Este chico, o era un buen encarador, o también estaba embobecido conmigo. Ojalá fuera la segunda opción, pensé. Yo, que estoy acostumbrada a conocer gente buena pero media idiota, ya no puedo dejarme convencer tan rápido, pero algo en su mirada y en su actuar me decía que él era diferente. 

En un momento, en esta conversación que yo deseaba que no termine. Me dice, me esta viniendo a buscar mi hijo
Ok, pensé. Mi cara también lo reflejo. 
Ah, ¿él viene manejando? ¿Cuantos años tiene?. Si ya se, ni por cerca una pregunta inteligente, no era la idea tampoco. 
No, le trae la mama
Obvio, esta charla fue una de las más rápidas. Pero a mi me pareció eterna, hasta que pronunció palabras como:
Si, estamos separados, pero nos llevamos bien. 
¿Ah si? ¿Se llevan bien? ¿Eso existe entre los ex?. Me pregunto si siempre sueno tan escéptica en todo. Pero de nuevo, con su cara me respondió que pensaba lo mismo. 

Me contó sobre su hijo, Liam, de dos años, no hizo falta que yo preguntara cual era su pasión. Liam era su centro, Liam es su centro. 

De nuevo, no se cuanto tiempo paso. Cada vez que comparto algo con él, se me hacen que el tiempo no pasa nunca. Es muy lento, es eterno. Es perfecto. 
Suena su teléfono, ya era hora de despedirnos. Fue algo raro lo que paso. Nos acercamos y nos saludamos con un beso en el cachete. Ok, esto no es raro en Argentina pero yo lo sentí raro acá. Por unos segundos me pregunte que fue eso, pero lo deje pasar. 

Hace unos días, me entere, me contó que su ex, que nos vio despedirnos, le pregunto "¿ella es tu novia nueva?". Entonces si, yo que me había olvidado de la situación, obtuve la respuesta, fue algo raro. Pero también supe que fue algo mutuo. 
Todo el tiempo, fue algo mutuo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario